domingo, 22 de abril de 2012

APOSTOLADO





207. Lánzate al apostolado para dar, pero sobre todo para “darte”. Un apóstol que se da resulta irresistible.


208. El apóstol multiplica su eficacia cuando se convierte en apóstol de apóstoles.


209. Cuando Jesús dijo: “Vosotros sois la sal de la tierra”, sin duda quiso decir que fuésemos apóstoles con mucho salero.


210. Los cristianos debemos ser mensajeros de la verdad, de lapaz, de la misericordia y de la salvación.


211. Vivir, conservar, defender y anunciar la verdad: he aquí todo un programa de vida.


212. Las minorías selectas y comprometidas son como un fermento muy activo que transforma la sociedad, elevándola.


213. La fe es un don recibido para compartirlo y vivirlo con los hermanos y para transmitirlo a otros.


214. A las personas sensibles hay que hablarles de la misericordia de Dios más que de su justicia: Dios es Padre. A las de pellejo duro, hay que hablarles de justicia más que de misericordia: Dios también es juez.


215. No te duela ir por la vida haciendo de bombero. Es una noble tarea el apagar incendios, ya sean fortuitos, ya sean provocados por criminales, irresponsables o imbéciles.


216. Para que haya verdadera evangelización tiene que haber anuncio explícito del Nombre, de la doctrina, de las promesas, del Reino y del ministerio de Jesús de Nazaret.


217. Jesucristo sigue siendo interesante, inquietante, impresionante, apasionante.


218. Quien habla de Dios sin haber hablado antes con Él no es un predicador, sino un charlatán.


219. El evangelizador debe ser claro en sus ideas, claro en su expresión y claro en su testimonio.


220. Jesús nos dice a cada uno de nosotros: “Yo haré de ti un testigo de mi amor”.


221. Cuando comprendamos el valor que tiene el testimonio, cambiará nuestra predicación. Lo importante no es hablar bien de Jesús, sino dejarlo actuar a través de nosotros.


222. Cuando uno no tiene la experiencia de que Cristo vive, entonces tiene que hablar de mil cosas menos de Jesús.


223. Muchos sólo conocerán a Jesucristo lo que les llegue a través de su amor.


224. Señor, da a nuestros grupos y comunidades buenos animadores. Porque desanimadores ya los tenemos a montones.


225. Un buen desayuno puede ser una excelente manera de empezar el día. Y un buen ayuno por motivos apostólicos y ascéticos, también.


226. Todos estamos llamados a ser una llama viva de amor.


227. Algunos consiliarios, más que animar grupos, los desaniman; y más que dinamizarlos, los dinamitan.


228. El sacerdote tiene que ser, por una parte, igual y cercano; y, por otra, distinto y distante. De este equilibrio dependerá en buena parte la eficacia de su ministerio pastoral.


229. Si el mundo te aplaude, ¡ojo!.


230. Está muy bien que lleves las almas a Dios, pero no te olvides de ir tú también.


231. Algunos apóstoles activistas que han caído en el activismo recuerdan a ciertas camionetas desvencijadas que van por esos caminos de Dios metiendo ruido, soltando humo y levantando polvo, pero que van vacías.


232. Un apóstol que no contagia la alegría de la fe, no es apóstol.


233. Cada generación de cristianos debe ser luz de Cristo en su propio tiempo histórico.


234. Toda nuestra vida tiene que ser un gozoso testimonio de Jesús.


235. Lo que es el alma en el cuerpo, eso debemos ser los cristianos en el mundo.


236. El Evangelio de Jesucristo es la única fuerza capaz de sanear y de transformar nuestra sociedad.


237. La oración es la fuente y la fuerza de la acción apostólica.


238. Señor Jesús, quiero seguir tu camino, proclamar tu verdad y vivir tu vida.


239. El Evangelio de Cristo es la única fuerza capaz de generar verdadera libertad, verdadera justicia, verdadera paz, verdadera convivencia, verdadera fraternidad.


240. Los que quieren atraer a otros a costa de la verdad resultan apostólicamente estériles.


241. El gran problema del hombre moderno es que, psicológicamente, no está relajado y, moralmente, está muy relajado.


242. Nunca tengas más prisa que Dios.


243. Cuando los discípulos de Cristo seamos evangelios vivientes, el mundo se llenará de luz.


244. ¡Que hermosa vocación difundir por todas partes la luz del amor misericordioso del Corazón de Jesús!.


245. Hay que ayudar al hombre moderno a mirar un poco más a su interior.


246. Quien no domina su carne, no vale para apóstol.


247. Hay dos clases de personas que merecen profundo respeto: las que gozan porque tienen a Dios y las que sufren porque no lo tienen.


248. La reforma de las costumbres debe de comenzar por uno mismo.


249. Que Jesús y María estén siempre presentes en nuestros labios y en nuestro corazón.


250. Qué hermosa tarea llevar a otros corazones la luz de la Palabra que salva.


251. Un solo pensamiento, una sola palabra, una sola firma, pueden cambiar el rumbo de una historia individual o familiar.


252. Jesús quiere seguir actuando por medio de sus sacerdotes. Quiere servirse de sus labios, de sus manos, de su corazón. 


253. El amor cristiano es lo más revolucionario que hay: por la transformación de los corazones, a la transformación de la sociedad.


254. Oración, estudio y acción: éste es el trípode de toda acción apostólica eficaz.


255. La oración es imprescindible, pero insuficiente. A Dios rogando y con el mazo dando.


256. La acción es necesaria, pero, sin oración, es estéril.


257. Los cristianos deberíamos sentir el corazón tan lleno de luz y de felicidad, que no pudiéramos reprimir el impulso de derramarla sobre los demás.


258. Para arreglar este mundo, Jesucristo es el punto de referencia imprescindible.


259. La proclamación de la Buena Noticia de Jesús produce conflictos, rechazos hostiles y adhesiones fervientes.


260. Juan el Bautista fue como una cerilla. Iluminó un poco la vida de Herodes. ¡Pero se quedó sin cabeza!


261. Evangelizar es algo más que alfabetizar. ¿De qué le sirve a uno saber leer la “vida”, “muerte”, si no sabe dar sentido ni a su vida ni a su muerte?


262. Los medios de comunicación social son los púlpitos de hoy.


263. La fe es el mayor tesoro que tenemos. Y lo hemos recibido no sólo para nosotros mismos, sino para ofrecerlo a otros y compartirlo con ellos.


264. Sólo puede hablar bien acerca de Dios quien sabe escucharlo.


265. Ni los ateos son tan ateos, ni los cristianos somos tan cristianos.


266. ¡Qué bello ideal, colaborar con el plan divino de liberación integral y de desarrollo de la humanidad!.


267. Quienes, en lugar de evangelizar el mundo, mundanizan el Evangelio, dan toda clase de facilidades para obrar el mal.


268. El hombre debe ser para el hombre ocasión de salvación y consuelo.


269. Alguien está interesado en que todo esté contaminado.


270. Si Cristo nos dice que seamos luz del mundo y sal de la tierra, no podemos ni verlo todo oscuro ni ser sosos.


271. Los medios de comunicación de masas cambian la cultura. Pueden abrirnos o cerrarnos a la trascendencia.


272. La evangelización debe ser como una lluvia fina y persistente.





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