295. El noble y
difícil arte de gobernar se apoya en estos dos pilares: honradez y eficacia.
296. El poder es
como el vino; cuando se sube a la cabeza, entontece y embrutece
297. Para gobernar
bien un país hacen falta leyes, pero, sobre todo, hace falta cabeza, cabeza y
cabeza.
298. Gobernar es
preparar el futuro. Y, cuando no se cuenta con Dios, se deja el futuro en manos
del diablo.
299. Más vale honra
sin cargos que cargos sin honra.
300. El que tiene
más poder es el que tiene que ser más generoso.
301. Hay dos clases
de políticos: los que sirven a la sociedad y los que chupan de ella.
302. Una cosa es un
gobernante inteligente y otra un gobernante “listillo”.
303. Los abusos de
poder pueden asestar golpes mortales a un pueblo.
304. El poder
tiende a acaparar poder. Y es que el ansia de poder es insaciable.
305. Nadie es
totalmente independiente. Aun los más altos jefes son dependientes de alguien o
de algo.
306. Todo
gobernador inteligente y honrado respeta y asume la Historia.
307. Un gobernante
inteligente y honrado, con un equipo de colaboradores inteligentes y honrados,
pueden hacer maravillas en un país, cuando la mayoría de los ciudadanos son
también inteligentes y honrados.
308. Para ser un
buen jefe religioso o político hacen falta muchas cualidades, pero
especialmente mucho aplomo.
309. ¡Qué gran
responsabilidad ante Dios: valerte de un alto puesto para cometer bajezas!.
310. El poder es un
servicio, no un privilegio.
311. De los
gobernantes fluyen bienes y males sobre el pueblo.
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