viernes, 27 de abril de 2012

CARIDAD





318. No salga palabra de nuestra boca sin pasar el “control de calidad”.


319. El amor es diligente y activo.


320. Haz de tu vida un fresco surtidor de serenidad, rocía a los demás con amor. Te lo agradecerán.


321. ¡Qué hermosa obra de amor el animar a los decaídos, el repartir con ellos el ánimo que hemos recibido de Dios!


322. Llévame en tu Corazón, Jesús, que en mi corazón te llevo.


323. El alma que ama de verdad es libre.


324. El amor y la compasión deben contemplar lo que la justicia por sí sola no puede conseguir.


325. Una sonrisa sincera siempre alegra el corazón del que la ve.


326. Toda buena noticia por pequeña que sea, sabe a mucho.


327. Dios nos libre de las personas que tienen mucho corazón y poca cabeza. Pero nos libre más todavía de las que tienen mucha cabeza y poco corazón.


328. El ayuno sin amor, aflige el cuerpo sin purificar el alma.


329. Dichoso el que ayuna para dar de comer al pobre.


330. Ve por la vida como hijo de Dios y como hermano de todos los hombres, con un corazón compasivo y misericordioso. Esto ya es suficiente para trasformar el mundo.


331. La caridad, más que en dar, consiste en comprender.


332. Dios permite que nos equivoquemos para que seamos indulgentes con los que se equivocan.


333. El sentido del humor alivia la crispación y facilita la convivencia.


334. Serás buenos gobernante, buen superior, buen educador, si sabes respetar, amar y servir.


335. Contra el deterioro progresivo del diálogo, cordialidad, comunicación; en una palabra, amor.


336. Sólo con caridad ardiente podremos construir un mundo nuevo.


337. Si tienes a tu lado alguien que esté triste, sonríele, ámale.


338. Tendamos a pensar bien de todo el mundo. Así nos evitaremos muchos problemas y daremos una prueba de respeto y amor.


339. La reconciliación debe ser tan profunda como la división. El amor debe superar a la ofensa.


340. Toda ideología, toda causa, por noble que sea, tiene un límite: el respeto a las personas.


341. ¿Quieres equivocarte? Haz mal a alguien. ¿Quieres acertar? Haz bien a alguien.


342. Muchos piensan que perdonar es perder y no se dan cuenta de que perdonar es ganar, porque nos libera de nuestros odios y resentimientos. El perdonar a nuestros enemigos nos hace semejantes a Jesús, que perdonó a sus verdugos.


343. Perdonar y pedir perdón es comenzar a vivir esa nueva vida traída por Jesús.


344. Cuando perdonamos, los primeros beneficiados somos nosotros mismos.


345. Amar es escuchar.


346. Cuando el amor a Dios no se proyecta hacia el prójimo resulta una mentira. Más aún, una tragedia.


347. En muchas sepulturas hay flores y frases de cariño: “A mi querida esposa”, “Tu esposa y tus hijos no te olvidan”. ¿Es que uno tiene que morir para que lo quieran?


348. La caridad del pastor de almas debe empezar por sí mismo. No sea que, a fuerza de correr tras las ovejas, pierda de vista al Pastor de los pastores: Cristo el Señor.


349. La caridad bien ordenada empieza por uno mismo. Lo malo es que, a veces, termina donde empieza.


350. Todos esos considerados como la “basura de la humanidad” (los drogadictos, las prostitutas, etc.) son como las perlas caídas en el barro; tenemos que ayudarlos a salir de esa ciénaga y a recuperar su dignidad, aunque nos manchemos, aunque nos critiquen.


351. No juzgues, no condenes. ¡Ora!.


352. Se sabe cómo ladra el perro cuando se le pisa, no cuando co,e.


353. Más que dar a los otros de tu riqueza, ayúdalos a descubrir la suya.


354. El amor al prójimo es la medida del amor a Dios. La injusticia y la crueldad con el prójimo son la medida del odio a Dios.


355. El hambre es el arma que causa más muertos.


356. La limosna sale del bolsillo. Pero debe salir, sobre todo, del corazón.


357. La caridad cristiana va mucho más allá de la mera solidaridad.


358. Sólo con justicia no se arregla el mundo. Hace falta caridad, amor.


359. Debemos mirar a los pecadores con los ojos de Jesús.


360. Aunque nos llevemos algún que otro chasco, pensar que todo el mundo nos quiere es mejor que pensar que todo el mundo nos tiene manía.


361. Mira al suelo, para no tropezar. Mira al frente, para ver bien el camino. Mira al cielo, para acordarte de Dios. Y mira también en tu derredor, por si alguien te necesita.


362. El cariño cura las heridas del alma y, con frecuencia, también las del cuerpo.


363. Lo mismo si tienes que hablar que si tienes que callar, hazlo siempre con una sonrisa.


364. Si amas sinceramente a todos, no te harás de oro, pero muchos te amarán entrañablemente por tu corazón de oro.


365. Sin caridad no es posible cumplir plenamente la justicia.


366. Sin caridad no hay Iglesia.


367. Quien camina en la caridad, ni teme ni se equivoca.


368. El cariño cura. La ternura es una excelente medicina, una excelente terapia.


369. La avaricia cierra nuestro corazón a las necesidades de los pequeños, de los pobres y de los marginados.


370. Si los que tenemos más estuviésemos dispuestos a descender al menos un escalón, para que los que tienen menos subieran un poco, no habría nadie tirado en el suelo.


371. Uno de los pecados que dejan más amargura y remordimiento en el alma, es el de haber abusado de la sencillez y de la confianza de personas buenas.


372. Nada hay más cruel que abandonar a alguien cuando necesita mayor ayuda y consuelo.


373. No tengas por enemigo a quien nunca te hizo daño.






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