711. Todos los sacramentos son excelentes, pero la
Eucaristía es el más excelente de todos, porque en él no sólo recibimos la
gracia, sino al Autor de la gracia.
712. La Eucaristía es Jesús mismo resucitado,
glorioso y operante.
713. La Eucaristía es el resultado del amor, de la
misericordia y del ingenio de Dios. y es que el amor busca la cercanía, la
fusión.
714. La Eucaristía es escuela de caridad, de
justicia y de paz.
715. La participación en la Eucaristía dominical
es una de las señales e identidad del católico.
716. Jesús mío: ya que te dignas venir a mi pobre
corazón en la Eucaristía, enséñame a recibirte con fe, con humildad, con amor y
pureza de conciencia.
717. La Santa Misa es la renovación, actualizada
en el altar, del Sacrificio del Calvario.
718. Nada anestesia tanto la conciencia como el
comulgar en pecado mortal.
719. ¡Oh Jesús!, si los que creemos en tu
presencia real en la Eucaristía, te visitamos tan poco, ¿te visitarán los que
no creen?
720. Los grupos apostólicos que no valoran la
Eucaristía están condenados a la esterilidad.
721. La Eucaristía tiene un puesto central en la
Iglesia, y debe tenerlo también en la vida de cada uno de sus miembros.
722. Un día sin comunión es como un día sin sol.
723. Comulgar es algo tan grande que
necesitaríamos toda una eternidad para prepararnos y toda una eternidad para
dar gracias.
724. La Eucaristía es un punto de encuentro
permanente entre el cielo y la tierra.
725. Qué bellas tienen que ser para el cielo las
noches de la tierra punteadas por tantas lamparillas que indican la presencia
de Jesús en el Sagrario.
726. El sol ilumina, calienta y da vida. Eso hace
Jesús en la Eucaristía.
727. No es necesario que Jesús nos hable en la
Eucaristía. Ya nos lo ha dicho todo durante su vida. Ya tenemos los santos
Evangelios.
728. Para el que
cree en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, su silencio en este
sacramento es tan elocuente como los Evangelios.
729. En cada Misa se renueva místicamente el
Sacrificio del Calvario.
730. Los santos han sacado su fuera de la
Eucaristía.
731. El que no guarda el día del Señor, será
dominado por el materialismo y el hedonismo.
732. El domingo, el día del Señor, debe ser un día
dedicado especialmente a la oración, ala alegría, al descanso y al trato con la
familia, con los amigos y con los hermanos. Dime cómo empleas el domingo y te
diré quién eres.
733. La paganización del domingo lleva al
embrutecimiento.
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