847. La felicidad humana se compone de tantas
piezas, que siempre falta alguna.
848. Muchos buscan
la felicidad en cubos de basura.
849. Serás feliz si sabes sumergirte en la
belleza.
850. Quien no está reconciliado con Dios, consigo mismo
y con lo demás, no puede ser feliz.
851. La felicidad con Dios es felicidad plena. La
felicidad sin Dios es felicidad incompleta. El sufrimiento con Dios queda
suavizado. El sufrimiento sin Dios es espantoso.
852. ¿No es verdad que, desde que Cristo se ha
metido en tu vida, te ha complicado? Pero, ¡no es también verdad que ahora eres
mucho más feliz que antes?
853. La felicidad ni se compra ni se vende. Se
construye cada día en la entrega generosa a los demás. Es una puerta que solo
se abre hacia fuera.
854. La verdadera felicidad consiste en amar y ser
amado.
855. La libertad no es un fin en sí misma, sino un
instrumento, un medio, un camino, para la verdad, la belleza y el bien. Sólo
cuando el hombre conquista la verdad, la belleza y el bien, aunque sea al
precio del sufrimiento, puede ser feliz.
856. No debemos buscar la felicidad directamente.
La felicidad sólo puede ser consecuencia de haber entregado lo mejor de
nosotros mismos por una causa noble.
857. Uno de los secretos de la felicidad es la
creatividad para divertirse honestamente. Quien sabe divertirse así es más
persona, es mejor persona.
858. El que está bien ocupado no se aburre, y el
que no se aburre es feliz.
859. La felicidad es difícil de ocultar.
860. Un corazón dividido no puede ser feliz.
861. El egoísmo es lo más opuesto a la felicidad.
862. Nunca ha habido tantas diversiones, tantos
medios, tantas facilidades, tantos lugares para satisfacer las pasiones. Y
nunca ha habido tanta tristeza, tanta depresión, tanta angustia, tanto vacío
existencial.
863. No envidies a esas estrellas de vida fácil
que van de éxito en éxito. Cada paso que da la zorra la acerca a la peletería.
864. ¿Te desprecian y te persiguen sin culpa tuya?
Debes ver en ello una señal misteriosa de la predilección de Dios por ti.
Luego, Él pedirá cuentas a tus perseguidores.
865. Jesús vivió pobre, pero hizo felices a
muchos.
866. Has encontrado a Dios, ¿verdad? Ahora
comprendo tu felicidad. ¿Sufres porque no lo has encontrado todavía? Tu
tristeza te honra.
867. Las riquezas son una máscara de oro.
868. No hay felicidad mayor que hacer felices a
los otros.
869. No somos felices porque no somos
misericordiosos.
870. Pocas situaciones habrá tan dramáticas como
un corazón en lucha consigo mismo.
871. La vida es fascinante para quien no se queja
de ella.
872. En toda comunidad hay un monje amargado. Y
esto ocurre porque no ha comprendido que los problemas, o se solucionan, o se
aceptan.
873. Quien más, quien menos, cifra su felicidad en
este tríptico: saber, poder, tener. Para el cristiano, la felicidad se llama
Jesús, que es Sabiduría, Fuerza y Riqueza infinita.
874. La felicidad no consiste en tener mucho
dinero y en dominar, sino en tener un corazón desprendido y en amar y servir a
Dios y a los hermanos. Es decir, en imitar a Jesús.
875. Feliz el que sabe ser feliz con las cosas
pequeñas, porque éstas abundan mucho más que las grandes.
876. Yo creo que somos felices en la medida en que
tenemos sentido del humor. Éste, por lo menos, nos ayuda a desdramatizar muchas
situaciones, a ver el lado cómico de la vida y a no sentirnos tan desgraciados.
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